Historias de Hollywood: Jon-Erik Hexum “Más que un rostro bonito”

 

 

La belleza física es algo valorado en la industria del cine. Ayuda a escalar peldaños y, por lo general, disfraza las carencias de talento en muchos de sus portadores. Sirve de distracción ante un público promedio que abandona las salas de cine envidiando lo que otros tienen. El deseo y el sexo venden. Y quien afirme lo contrario está mintiendo de forma descarada. ¿Pero qué sucede cuando la apariencia física viene acompañada por un intelecto privilegiado? Pues es el comienzo del tormento personal para aquellos que poseen tal espada de doble filo. Para unos pocos, se vuelve una lucha constante por comprender el contraste (casi ofensivo en ocasiones), entre lo que podría ser y lo que el público desea recibir en realidad. La misma Jean Harlow durante los años treintas, luego de haber barrido del mapa con nombres como el de Greta Garbo, Norma Shearer o Joan Crawford, se lamentaba en privado acerca de la percepción que la gente tenía sobre ella. Era de manera indiscutida la actriz más taquillera del país, pero en verdad nadie la veía. A pesar de ello, sabiendo que perseguía una senda cuesta arriba, continuaba resistiéndose a la idea de ser una dicotomía viviente. A Jon-Erik Hexum le sucedía lo mismo. Siendo un graduado universitario con estudios en ingeniería bio-médica y filosofía, le producía cierta frustración ver los papeles que le ofrecían a diario. Consciente de qué buscaba el público americano en él, entregaba lo que le pedían; aunque en privado ocupaba su tiempo con aquello que le apasionaba en verdad. Para Jean Harlow se trataba de la literatura. Para Hexum… lo era la música que creaba con el violín o el piano. Ambos transitaron su tiempo bajo la mirada de la Diosa de Hollywood, dueños de cierta aprensión, por la diferencia entre lo que querían y debían de ser para la industria. Para detrimento de los fans de Jon-Erik, esa no sería la única coincidencia que el actor tendría con la rubia sexy que le precedió tantos años antes en la pantalla. 

 

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Jon-Erik Hexum

 

Jon-Erik Hexum nació el cinco de noviembre de 1957 en Englewood, New Jersey. Hijo de inmigrantes noruegos, desde temprano dio muestras de una belleza propia de los dioses nórdicos de las leyendas. Su inteligencia también despegó con un interés por la música que le llevó a ser parte de las bandas instrumentales de la escuela secundaria y la universidad. Gracias a un físico imponente, forma parte también del equipo de football americano de la institución. Es en la etapa como estudiante universitario que comienza a tomar parte en las obras de teatro locales. Allí encuentra un nuevo interés: la actuación dramática.

 

 

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Hexum: presencia nórdica.

 

Con la idea de volverse un actor serio, viaja a New York en el año de 1980. Mientras realizaba trabajos de limpieza, es descubierto por Bob Lemond, el agente y representante de John Travolta. Seguro del potencial de Hexum, le envía a Los Ángeles en 1981 para comenzar a hacerse un nombre entre los estudios de filmación. El primer trabajo frente a cámaras llega como extra en “Deathtrap”, un film dirigido por Sidney Lumet y con guion de Ira Levin, basado en su propia obra de teatro. El elenco contaba con Michael Caine, Christopher Reeve y Dyan Cannon. Apoyándose en su aspecto físico, se vuelve también un modelo de revistas reconocido en una década hambrienta por lo superfluo. 

 

Deathtrap_1982

Póster de "Deathtrap" (1982).

 

 En su etapa como modelo:

 

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Empeñado en no encasillarse como niño bonito, rechaza las ofertas de papeles genéricos en varias telenovelas románticas de la época. En 1982 recibe la oportunidad de ser parte de un proyecto que le abriría las puertas de Hollywood al fin. “Voyagers!” la mítica serie de televisión sobre viajes en el tiempo requería de un actor principal para cubrir el rol de Phineas Bogg. Durante los veinte episodios de duración que tuvo, Jon-Erik Hexum sería la pieza clave de la serie producida por Universal Studios y transmitida por la cadena NBC. A eso seguiría la versión en film “Voyager from the Unknown” bajo la dirección de James D. Parriott, quien era el creador de la serie original.

 

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 Póster super cutre de la versión en película de la serie (1982).

 

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 Hexum junto a Meeno Peluce en escena de "Voyagers!" (1982).

 

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 En otro episodio (y otra época) de "Voyagers!"

 

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Posando como cowboy para un promocional de la serie. 

 

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 Jon-Erik en su rol de Phineas Bogg en el clásico de NBC.


En el año de 1983 protagoniza la película para televisión “Making of a Male Model”, junto a Joan Collins. La cinta dirigida por Irving J. Moore, y producida por el genio de Aaron Spelling, fue un éxito inmediato; a pesar de una trama que es misandria pura, sobre un aspirante a modelo masculino que es explotado por su representante, una mujer ambiciosa algunos años mayor. También destaca por ser una colección de escenas de Hexum en la cama o, por diferentes razones, paseándose frente a cámaras con menos ropa de lo necesario en realidad.

 

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 Hexum & Collins: elegancia.

 

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 Póster para nada sexista de "Making of a Male Model" (1983).

 

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 Con Joan Collins en el set de filmación de "Making of a Male Model"

 

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 Juntos en una fotografía promocional del film.  

 

Al igual que le sucedía a Jean Harlow, el actor se veía ahora atrapado en el deseo que despertaba en los demás con su propia belleza. Hexum debió de advertirlo con rapidez: los ojos del público consumen de forma voraz, pero no ven más allá de lo obvio. Y la sensación, de vivir siendo lo opuesto a lo que se quiere ser, resulta más que molesta. 


Lo que el público americano veía en ambos: 

 

 

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 Lo que NO veían:


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 Harlow junto a la pila de libros que, de manera literal, la seguía allí donde fuera.


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Hexum estudiando partituras sentado al piano. 
 
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Un año más tarde, el veinticinco de junio de 1984, Jon-Erik daría una entrevista en televisión (un mano a mano con el entrevistador dentro de un set con poca iluminación), en la que se muestra como un hombre inteligente y reflexivo; poseedor de una cadencia serena en el habla, propia de alguien que piensa antes de opinar. En esa oportunidad viste un traje azul oscuro tan sobrio como sencillo. Es claro que no está allí para modelar. Durante media hora se abre a lo que significa desempeñar el trabajo de actor. Sus ojos, tan azules que derretían a las chicas de esa década, también son una puerta hacia una mente en extremo analítica. Y ese detalle vuelve lo ocurrido solo unos meses más tarde en algo casi inexplicable. 

 

Hexum_Interview_1984


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Hablando como vivía: sin prisa.  


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Sin dudas es 1984 su mejor año, no solo en lo profesional, también en lo personal. En pareja con E.G. Daily, conocida por su trabajo como cantante y actriz (ella es la voz de Tommy en “Rugrats” además de ser Dottie en “Pee-wee´s Big Adventure”), se le veía encaminado al éxito. Es entonces que Hexum logra su papel más importante en el cine: Pat Trammell, el mariscal de campo estrella en el film dirigido por Richard C. Sarafian, “The Bear”. Con un presupuesto de doscientos mil dólares, la cinta recaudó más de un millón solo en el fin de semana de estreno. Su interpretación en pantalla, junto a Gary Busey y Harry Dean Stanton, le valió el reconocimiento que tanto intentaba conseguir. A eso siguió el rol de príncipe en busca de su amada en un episodio de la serie de televisión “Hotel”, producida por Aaron Spelling y protagonizada por artistas de la talla de James Brolin, Bette Davis y Anne Baxter. Con su trabajo en la serie transmitida por la cadena ABC, Jon-Erik comenzaba al fin a codearse con los grandes nombres de Hollywood.

 

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Póster del film "The Bear" (1984). 

 

 

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 En escena de "The Bear" (1984).

 

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 Con el rol de Pat Trammell llamó la atención de los grandes estudios.

 

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 E.G. Daily posando con Jon-Erik Hexum.

 

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 Hexum & Daily: amor joven.

 

Es el año también de la famosa entrevista en el magazine “Playgirl”, donde aparece en portada junto a la actriz Kathryn Haley. Acompaña la publicación de la mano de una conversación con la periodista Sue Russell, distribuida en varias páginas, tratando de dar un poco más de luz sobre su vida y carrera. 

 

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 La portada de "Playgirl" anunciando el que sería su nuevo proyecto.

 

 

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 La obligatoria fotografía de torso desnudo..., puros ochentas.

 

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En septiembre de ese año llega el estreno de la nueva apuesta de la productora 20th Century Fox, y su turno para compartir el protagónico junto a Jennifer O´Neill, en la serie de televisión “Cover Up”, transmitida por el canal CBS. La trama se movía alrededor de un boina verde del ejército (Hexum) y una fotógrafa del mundo de la moda (O´Neill) que unen fuerzas para realizar misiones secretas en nombre de la CIA. La historia era ridícula, pero recuerden, que eran los ochentas. La propia E. G. Daily se encargó de cantar el tema de apertura del show “Holding Out for a Hero”. Temprano por la mañana del doce de octubre, Jon-Erik abandonó su hogar en Burbank, una zona cercana a los estudios de filmación, para trabajar en el séptimo episodio de la serie. Las escenas de esa jornada no salieron como debían, lo que causó un retraso en las grabaciones. Aburrido por la espera, el actor comenzó a jugar con un arma Magnum calibre .44 con un tambor cargado de balas de fogueo. Tratando de hacer una broma al resto del elenco, llevó el cañón del arma a la sien…, y disparó. 

 

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2108 Kenwood Ave. en California, la casa de Jon-Erik. 

 

 

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Póster promocional anunciando el estreno de la serie.  

 

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O´Neill & Hexum posando para promocional de "Cover Up" (1984).

 

Que alguien tan inteligente como él cometiese una estupidez así aún sorprende hasta estos días. Pero para su defensa, gran parte de la noción poseída sobre las balas de fogueo utilizadas en Hollywood, cambió desde ese triste momento. Lo que Hexum, y casi todos a su alrededor desconocían por entonces, es que a corta distancia, la munición de atrezo es igual de mortal que un proyectil genuino. No fue el cartucho falso en sí lo que selló el destino del actor, sino la fuerza explosiva de la detonación que hundió parte de su cráneo dentro del cerebro mismo. A los veintiséis años, Jon-Erik Hexum estaba muerto. Unas semanas después, CBS emitió un episodio de “Cover Up” donde se abordaba la muerte del personaje principal, para ser reemplazado por otro boina verde, interpretado por Antony Hamilton. Pero la serie no duró demasiado con el cambio repentino de protagonista. Y fue cancelada al terminar la primera temporada.

 

Hexum_Cover_Up_1

 Hexum en su papel de boina verde, el último de su carrera.

 

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Junto a Jennifer O´Neill en escena de "Cover Up"

 

Lo que el actor pudo llegar a ser en la meca del cine quedará a la imaginación. En verdad tenía todo lo necesario para triunfar entre un aspecto físico privilegiado y una mente aguda. Pero la Diosa de Hollywood es snob desde su propia génesis. Y lo que Jean Harlow debió de soportar en la década del treinta, Jon-Erik Hexum lo aguantó en los años ochentas. Durante los últimos meses de su vida, tal vez harto por la situación en la que se veía inmerso, solo le permitía a un amigo cercano (que trabajaba como fotógrafo), que le capturase con el lente de la cámara. Con Harlow, en las presentaciones en público, los organizadores solían arrojar un pañuelo a sus pies. La idea era que se inclinase a recogerlo al menos lo suficiente como para mostrar parte de sus senos. A Hexum, sin importar la trama de la producción, lo colocaban en cantidad de escenas sin camisa mediante excusas ridículas de todo tipo. Harlow caminaba por las oficinas de la M.G.M. tratando de conseguir protagónicos que no la retrataran como a una zorra. Hexum hacía su parte asistiendo a los talk shows de la televisión, para decirle a los presentes en el set que él era un actor serio, y que merecía papeles como tal. Cada uno en su propia época, separados por cinco décadas, entendían que era poco menos que una causa perdida: simplemente eran muy listos para lo poco que la audiencia quería de ellos. Ambos comprendían la maldición disfrazada de bendición que supone el hecho de ser demasiado guapos. Y ambos, para horror del público americano, murieron a los veintiséis años de edad. Regresando a lo ocurrido esa mañana de octubre, la lección más importante es que “no se juega con armas” bajo ningún contexto posible. Jon-Erik, con ese tono de voz tan grave, que no necesitaba de edición para retumbar frente a cámara, y su típica calma noruega, sería el primero en estar de acuerdo. 

 

 

Hexum_Portrait_80´s

Jon-Erik Hexum 

 

 

 

Fuentes consultables:

 

Imdb.com 

Wikipedia.org 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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