Películas de Hollywood: “Los mejores villanos del siglo 20”

 

No es sorpresa que a estas alturas de la industria del cine en Hollywood, rebosante de gente sin talento ni capacidad contratada por cuota, se llegara al fin a la ruina de una fábrica de sueños que tanto amábamos. Uno de los aspectos que más se ha visto afectado, por una ideología enemiga del mérito, es la creación y el desarrollo de los villanos en pantalla. Ustedes saben que no miento al decir que, al día de hoy, los villanos no dan miedo en absoluto. Impulsado bajo la excusa de la “representation” de raza o género; idea tan estúpida que haría replantearse al propio Charles Darwin la teoría de la evolución humana, ahora resulta que los villanos son seres con sentimientos incomprendidos por la sociedad. Nosotros somos los malos... y ellos lo buenos. Desde Jedis asesinando gente con sus sables de luz porque sí, a policías malvados que atacan a pobres pandilleros inocentes, Hollywood ha caído tan bajo en su narrativa como las ventas de entradas a las salas de cine. Cuesta creer que solo veinte años atrás teníamos a nuestra disposición a varios de los mejores villanos en la historia del séptimo arte. Ahora haremos un recorrido por cada década del siglo pasado y, si es posible, habrá una mención especial para alguno en los comienzos de los años dos mil también. Hoy toca rendir homenaje a esos villanos que tanto nos asustaron. Y a esos artistas talentosos que les dieron vida.

 

Hollywood
La "Fábrica de Sueños"

 

1900s a 1920s

Lon Chaney... con su vampiro, fantasma de la ópera, fenómeno de circo, y lo que sea que se le ocurriera crear.

 

Lon Chaney_horror

Lon Chaney

Las dos primeras décadas del siglo veinte le pertenecen por completo a uno de los actores más talentosos en la historia. Lon Chaney, con su maleta de maquillaje que solo él utilizaba, llegó a dar vida a varios de los villanos más terroríficos del cine. Su mente creativa, potenciada por el trabajo en equipo con el genio del director Tod Browning, lle al celuloide en films como “London After Midnight” o “The Unknown” siendo una fábrica de pesadillas para quienes asistían a las salas de proyección en todo el planeta. “Mr. Wu”, en el rol de un anciano asiático en busca de venganza, es otro de sus roles tétricos. Para el personaje de vampiro londinense del año 1927, Lon Chaney llegó al extremo de crear un sistema de resortes que mantenía sus ojos abiertos de par en par. Su obra la realizó antes de que existieran los Premios Oscars, pero el maestro ganó el Photoplay Award cinco veces durante su carrera.

 

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Alonzo, el villano sin brazos en "The Unknown".

 

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Su "Fantasma de la Ópera" es magistral.


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El actor con su mítica maleta de maquillaje en 1927.


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Lon Chaney junto al director Tod Browning: Padres del terror.

 

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Caracterizado como Mr. Wu.


1930s

Jean Harlow con su Lillian Andrews: La pelirroja del infierno.

 

Jean_Harlow_1932

Jean Harlow

La mejor actriz cómica en la historia de Hollywood decidió sacudir a la industria con su interpretación de una secretaria, dispuesta a lastimar a cualquiera que se interpusiera en su camino de ascenso, destruyendo así la vida de cada persona cercana a ella sin el menor reparo. Fue la primera vez que el público americano pudo ver a una fémina desatando el caos en pantalla, gracias a una completa falta de moral y empatía. De más está decir que “The Red Headed Woman” o “La Pelirroja” marcó un antes y un después en el cine, al contar con la dirección de Jack Conway y el guion de Anita Loos. Causó también un escándalo brutal en el año de 1932, gracias a las acciones que la protagonista llevó a cabo en el film. Un detalle interesante es que Jean Harlow, durante su corta vida, fue el opuesto absoluto del personaje de Lillian Andrews. Los trabajadores dentro de Los Estudios MGM la querían tanto, que el día de su muerte, el lugar permaneció desierto y en silencio. La rubia jamás llegó a recibir el Oscar, a pesar de haber trabajado bajo la lente de directores como George Cukor, Victor Fleming o Sam Wood, y ser la actriz más taquillera de los años treintas.

 

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Anita Loos, Jack Conway y Jean Harlow en 1932, haciendo historia juntos en el cine.


La transformación de la actriz para su rol de villana:


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Del rubio natural...


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Al pelirrojo tan característico de su nefasta Lillian Andrews.


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Chester Morris & Jean Harlow en escena de "The Red Headed Woman" (1932).


1940s

Barbara Stanwyck con su Phyllis Dietrichson, a la caza de incautos.


Barbara_Stanwyck_1944
 Barbara Stanwyck

Cosechando lo sembrado por Harlow doce años antes, llega uno de los personajes más fríos y calculadores que han aparecido jamás en pantalla. La interpretación de Stanwyck en “Double Indemnity” o “Pacto de Sangre”, bajo la forma de una mujer casada, que convence a un agente de seguros de vida para asesinar a su esposo durante un viaje en tren, le valió su lugar en esta década. Bajo la dirección del genial Billy Wilder, y un guion escrito por el propio Raymond Chandler, la actriz aterró a los espectadores de la mano de un despliegue de indiferencia con tintes de pura maldad. El film del año 1944 es una joya indiscutida del cine noir. La única razón por la que Barbara Stanwyck no ganó el Oscar, es porque tuvo la poca fortuna de caer dentro de una nominación junto a unas tales Ingrid Bergman, Claudette Colbert y Bette Davis. El director Billy Wilder corrió la misma suerte, al enfrentarse a unos aspirantes a dirección llamados Henry King, Otto Preminger y Alfred Hitchcock. Vaya nombres...

 

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La actriz junto al director Billy Wilder: Talento puro al cuadrado.
 
 
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Phyllis Dietrichson, la muerte hecha mujer. 
 
 
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Barbara Stanwyck & Fred MacMurray en el set de filmación de "Double Indemnity" (1944).
 
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El póster mega genial del film.

1950s

Jack Palance con su Jack Wilson: La muerte con olor a pólvora.

 

Jack_Palance_1953
 Jack Palance

No podía faltar en la lista un pistolero desalmado del Lejano Oeste. Hay que estar a la altura de uno de los mejores westerns en la historia de Hollywood, y el actor Jack Palance, en su versión de antagonista armado con revólver, dejó para siempre un personaje que temer. El enemigo adecuado para el héroe interpretado por Alan Ladd en el film “Shane” o “El Desconocido” de 1953. Jack Wilson es un gigante que va por la vida disparando a cualquiera que tenga delante. Burlón, altanero y falto de piedad, es al día de hoy un clásico entre los villanos de los años cincuentas. La película es una belleza que se llevó el Oscar a mejor cinematografía. Jack Palance perdió el Oscar ese año frente a Frank Sinatra, a causa de una película que tal vez alguno conozca: “De Aquí a la Eternidad”.

 

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Jack Wilson es un demonio con revólver. 


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Jack Palance en escena de "Shane" (1953).


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Alan Ladd con su papel de Shane será el encargado de vencerlo.


1960s

Anthony Perkins con su Norman Bates y... ciertos problemas con mami.

 

 Anthony Perkins

Vaya forma de comenzar una década, con uno de los mejores films en la historia de Hollywood. La interpretación de un asesino con personalidad doble, gracias a la sensibilidad de Perkins, aterrorizó a las audiencias de esa época. Llevada a la pantalla por el director Alfred Hitchcock (con una escena donde se asesina en la ducha a la protagonista grabada ya en la memoria colectiva), la película se convirtió en una clase acerca de todo lo que puede hacerse bien en un set de filmación. En su conjunto fue un proyecto arriesgado, pero que dio sus frutos con creces, cambiando al mundo del cine para siempre. Aunque resulte difícil de creer, a Anthony Perkins ni siquiera lo nominaron al Oscar. Alfred Hitchcock salió derrotado ese año, cuando el genio de Billy Wilder, se llevó el premio al mejor director por “The Apartment”.

 

Norman_Bates_1960

Norman Bates, uno de los villanos más aterradores, asesinando en su forma femenina. 


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La mítica mansión del protagonista.


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La reacción de la audiencia en el año de 1960. Al día de hoy, el film continúa causando el mismo efecto.


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Anthony Perkins como Norman Bates en escena de "Psycho" (1960).


1970s

Louise Fletcher con su enfermera Ratched: Sadismo puro.

 

Louise_Fletcher_1975
Louise Fletcher

En una década dorada para el género del terror, con villanos como Leatherface o Michael Myers, que eran demonios imposibles de detener, destaca una mujer común y corriente a la vista, pero que le helaría la sangre a cualquiera al dar un vistazo dentro de su alma; si es que la tiene siquiera, claro está. El rol de una enfermera que vive para torturar a los pacientes encerrados en una institución mental se queda con esta década sin atisbo de duda. El film “One Flew Over the Cuckoo´s Nest” o “Atrapado sin Salida” del año 1975, acerca de un criminal que alega demencia y así tener la condena en un asilo, solo para encontrar a su némesis en la enfermera Ratched, se convirtió en una joya del cine de la mano del director Milos Forman. Es difícil de creer que alguien pudiese opacar a Jack Nicholson en un set de filmación. Pues la actriz lo logró, para detrimento de nuestra salud mental al ver la cinta. ¿Qué tan bueno es el film?

Se llevó el Oscar a:

-Mejor película.

-Mejor director.

-Mejor actor principal.

-Mejor actriz principal.

-Mejor guion.

 

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 Louise Fletcher & Jack Nicholson en el set de filmación de "Atrapado Sin Salida" (1975).


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La enfermera Ratched: Esa mirada está tan muerta como la plantilla de Los Ángeles Lakers.


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El criminal y su amigo indio mudo serán la contraparte perfecta para una mujer desalmada.

 

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La enfermera Ratched solo existe para crear sufrimiento a su alrededor. 
 
 

1980s

Alan Rickman con su Hans Gruber, o el demonio con traje de oficina.

 

Alan_Rickman_1988
Alan Rickman

Cualquier niño en los ochentas recordará el miedo que daba el gran actor británico en pantalla, con ese acento alemán acompañado por una lentitud para hablar que era preludio para el desastre. El film “Die Hard” o “Duro de Matar” estrenado en 1988, dejó la vara muy alta en cuanto a interpretación de villanos. Era además un personaje a la altura del héroe en la forma del oficial de policía John McClane, que envió a Bruce Willis a la fama. El ladrón de bóvedas bancarias disfrazado como terrorista, llamado Hans Gruber, se adueña de esta década a causa del talento de Alan Rickman. Lo hace superando por mucho a otros antagonistas de esa época como Freddy Krueger o Jason Voorhees. Al igual que ocurrió con la enfermera Ratched, trece años antes, Gruber derrota a seres inmortales de la pantalla a pesar de ser un simple humano. Vaya si lo compensa con su maldad y sangre fría. Resulta alucinante que La Academia ni siquiera nominara a Alan Rickman para el Oscar de ese año.

 

Hans_Gruber_1988

Hans Gruber es un ser despreciable e inhumano, bajo una apariencia inofensiva, me recuerda mucho a Michael Landon.

 

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Gruber y su banda terrorista desatando la muerte en el Edificio Nakatomi, en uno de los mejores films de acción de la historia.


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Alan Rickman en escena de "Die Hard" (1988).


1990s

Bruce Payne con su Charles Rane: Si te lo cruzas, ya estás muerto.

 

Bruce_Payne_1992

Bruce Payne

Aquí hablamos de alguien que no tiene problema alguno en disparar a la cabeza a un pasajero de avión inocente (y al propio capitán también) dentro de la cabina en pleno vuelo. Como eso es poco para él, también asesina a la mujer que arriesgó la vida para ayudarlo a escapar. Charles Rane es un psicópata que luce como la versión malvada de Michael Bolton, pero sin cantar ni seducir mujeres por el camino. Un tipo enorme, que ya tiene todo planeado de antemano, y que no se detiene ante nada. La actuación de Bruce Payne en el film “Passenger 57” o “Pasajero 57”, en el año de 1992, fue una tortura para los niños de los años noventas, gracias a unos ojos celestes tan vacíos como su corazón. Otra película que llevó a la fama a su protagonista, como le sucedió a Wesley Snipes con su rol de John Cutter. Sin embargo, es el malo de la historia quien sobresale a cada minuto de la cinta. Él vence a villanos de los noventas, como el T-1000 llegado del futuro, porque al menos ese cyborg, hecho de metal líquido, tenía una excusa válida para carecer de sentimientos humanos. A la gente de los Oscars parece no gustarle nada las películas de acción, porque ignoraron a Bruce Payne en las nominaciones.

 

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Charles Rane: Villano de voluntad implacable. 


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Wesley Snipes & Bruce Payne en el set de filmación de "Pasajero 57" (1992).


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Un malo al que la muerte acompaña a cada paso.


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El póster de la película estrenada en 1992.


Mención de honor:

2000s a 2010s

Ralph Fiennes con su Lord Voldemort, alias “El señor tenebroso”, “El que no debe de ser nombrado”, “El señor oscuro” y Tom Marvolo Riddle.

Sí, ya sé… se nota que me gusta Harry Potter, ¿cierto?

 

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Ralph Fiennes

¿Qué tan excepcional es el desempeño del actor británico? Pues, logró aterrorizar a la audiencia del planeta entero, bajo la forma de un personaje que carece de rasgos faciales. Vaya forma tan compleja de encarar un rol en el cine. Imaginen juntar a todos los malos en esta lista… y agreguen a eso un toque de elegancia o educación digna de un catedrático. La clave se encuentra en el tono de voz empleado por Voldemort junto con un lenguaje corporal refinado; contrastado con estallidos de violencia al azar, dignos de un demente. El desprecio por la vida que exhibe a lo largo de la saga de films lo vuelve un peligro, hasta para quienes forman parte de su propio bando. Ralph Fiennes entregó a Hollywood un villano con capacidad destructiva inmensa, que jamás podrá ser replicado en la actualidad, dejando muy por detrás a otros de esos años como Thanos o Magneto. Que el actor no haya sido nominado a los Oscars por su aporte en los films de Harry Potter es simplemente alucinante.

 

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El enfrentamiento entre Harry Potter y Lord Voldemort es una pasada.


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Ralph Fiennes con su Lord Voldemort, dando una clase de actuación al planeta.


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Póster del film "Harry Potter and the Deathly Hallows" (parte 2).


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Ralph Fiennes en escena de "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte" (parte 2).


Del año 2015 en adelante es que la industria del cine, emplazada en California, pierde por completo el rumbo. La Diosa de Hollywood vio su reino convertido en cenizas, de la mano de un discurso infectado de política que haría vomitar de asco a cualquiera con un mínimo de buen gusto por el cine. Las historias de calidad (y sus protagonistas) quedaron de lado para convertir a las películas en propaganda ideológica pura, llevada a unas salas de proyección vacías. La narrativa que se intenta forzar en un público, que la rechaza constantemente, llevó a la destrucción inevitable de los estudios de filmación, controlados por gente cuya especialidad es vivir del dinero ajeno sin producir ganancias. Los villanos en los films actuales ya no pueden ser ni mujeres ni gays ni lesbianas ni gente de color ni asiáticos ni latinos ni travestis ni gordos y... ya saben de qué va la cosa por aquí. Los malos tampoco pueden dar miedo, porque eso genera ansiedad en los copitos de nieve hipersensibles de la generación de cristal.

 

La_Pelirroja_poster_1932

 La expresión de Jean Harlow, en el póster del film "La Pelirroja", era preludio de lo que vería el público americano, allá por el año de 1932.

 

Si los que toman las decisiones importantes hoy en Hollywood hubieran vivido décadas atrás, no existiría la enfermera Ratched de Louise Fletcher, el Norman Bates de Anthony Perkins o el Alonzo de Lon Chaney. A Jean Harlow la habrían cancelado por ser rubia de ojos verdes y además súper inteligente. Al personaje de Lord Voldemort lo habrían representado con un cabello muy largo para no ofender a los calvos. El forajido interpretado por Jack Palance dispararía con una pistola de agua en color rosa. La Phyllis Dietrichson de “Double Indemnity” sería la imagen de la virtud, además de ser sordomuda y tener una pierna menos. Y el grupo de asesinos internacionales de Hans Gruber sería una ONG sin fines de lucro, por tener a un afroamericano y un chino en sus filas. Pero esa visión tan palurda de la vida, que es muy acorde con las personas de escaso nivel intelectual... o moral, tiene una fecha de expiración clara; una bastante cercana, viendo el desastre financiero que le reportó a Hollywood durante los últimos años tanta diversidad e inclusión forzada. Los villanos geniales regresarán, y con ello, el buen cine que tanto nos gusta ver. 

 


 Lon Chaney con su vampiro de "London After Midnight" (1927).

 

 

 

 

 

Fuentes Consultables:

 

Imdb.com 

 

 

 

 

 

 

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