Historias de Hollywood: Rebecca Schaeffer “La Mary Corleone que jamás pudo ser”
El revólver Ruger GP100 es un arma formidable, con poder destructivo y una precisión que alcanza los cien metros de distancia. Diseñado en color plateado, pesa poco más de un kilogramo. En su variable de calibre .357, aloja seis proyectiles, que se introducen con facilidad, gracias a un mecanismo de carga rápida. El modelo fue presentado por primera vez en el año 1985, pero cuatro años más tarde, cambiaría el curso de Hollywood para siempre. En esa mañana de julio, el Ruger solo necesitó una de las seis balas que contenía en su interior. Aquel estruendo, que avanzó destrozando de lado a lado un corazón de veintiún años, dio por finalizada una carrera que prometía adueñarse de la industria del cine. Y dejó al público americano preguntándose cómo podía siquiera suceder algo así.
Rebecca Schaeffer
Rebecca Schaeffer nació el seis de noviembre de 1967 en la ciudad de Eugene, Oregon. Criada en la fe judía, comenzó a prepararse desde temprano para una vida volcada a la religión, pero siendo apenas adolescente, mientras cursaba los estudios en la Secundaria Lincoln, recibe las primeras ofertas para realizar pequeños trabajos como modelo publicitaria. Por ello, en 1984, decide mudarse a la ciudad de Nueva York, con la intención de proseguir en su avance en el mundo de la moda. Aquella aventura no acaba de rendir frutos y, bajo la crítica de ser de estatura baja, emigra a Japón en el año de 1985; impulsada por la esperanza de conseguir allí las oportunidades que se le negaban en su propia tierra. Sin embargo, regresa a América ese mismo año, obteniendo la oportunidad de destacar en un rol de la novela de televisión “One Life to Live” del canal ABC.
Schaeffer: belleza y elegancia.
Sin lugar a dudas es 1986 el año de Rebecca Schaeffer, con una participación en la serie de televisión “Amazing Stories”, creada por Steven Spielberg, y producida por Amblin Entertainment y Universal Television. Su aparición, dentro de un capítulo dirigido por Tom Holland, titulado “Miscalculation”, fue emitida el veintinueve de septiembre de ese año. A eso debe sumarse el rol, recortado en parte en la edición final, que interpretó en el ya clásico film de Woody Allen “Radio Days”. Era claro que las puertas de Hollywood se abrían poco a poco para ella. Entonces llegó, de la mano del canal de televisión CBS, la oferta que le cambiaría la vida para siempre.
Posando para una fotografía promocional de "Radio Days".
En el mes de octubre de 1986 irrumpió en las pantallas de los americanos la sitcom “My Sister Sam”, siendo un éxito instantáneo, que ascendió con rapidez en la lista de ratings del país. El show, creado por Stephen Fischer, era producido por medio de la Warner Brothers Television y Pony Productions. Ese fue el año también en que la fabricante de armas, Ruger & Company, estableció la patente para que el revólver GP100 permitiese variables más cómodas, en sus diferentes tipos de agarre, sin afectar el armazón principal.
Promocional para la segunda temporada de "My Sister Sam" (1987-1988).
El protagónico junto a la actriz Pam Dawber, en la comedia filmada en formato multi-cámara o multicam, sobre una adolescente que se ve obligada a vivir junto a su hermana mayor, en un apartamento de California, le brindó a Schaeffer la fama que tanto anhelaba conseguir; transformándola en una estrella reconocida de la noche a la mañana. Fue allí mismo, en los estudios construidos por Warner Brothers, ubicados en Burbank, donde comenzaron a recibir los incontables llamados telefónicos, cartas por correo, y demás regalos destinados a la actriz que interpretaba el papel de Patti Russell, la menor de las hermanas.
En marzo de 1987 salió a la venta la tirada mensual de la revista “Seventeen”, destinada a jóvenes y moda en general. En la portada, podía apreciarse a Rebecca Schaeffer, posando con una bonita sonrisa. En junio de ese año, se hizo presente en las puertas del set de filmación de Warner, Robert John Bardo. Traía consigo un enorme oso de peluche, un manojo de flores, y un cuchillo escondido entre las ropas. Al ser rechazado por el equipo de seguridad de “My Sister Sam”, debido al extraño comportamiento que exhibía, decidió regresar a su hogar en Tucson, Arizona.
Para abril de 1988 la comedia es cancelada por la CBS, luego de completar cuarenta y cuatro episodios, pero dejando de transmitir los últimos doce. Eso no detuvo a Rebecca, que pronto conseguiría un rol de reparto, en el film de televisión de ciencia ficción titulado “Out of Time”, dirigido por Robert Butler. A su carrera agrega luego un rol protagónico en el film de drama “The End of Innocence” que fue escrito y dirigido por Dyan Cannon. En 1989 llegó otro papel de reparto, junto a Burt Lancaster y Eva Marie Saint, en el thriller de televisión dirigido por Alberto Negrin “Voyage of Terror: The Achille Lauro Affair”. La cinta, de casi tres horas de duración, narraba el secuestro terrorista de un barco de pasajeros. Mientras tanto, Mark David Chapman, sentado en su celda de prisión, por haber asesinado a John Lennon con un arma de fuego, comenzaba a recibir cartas preguntándole sobre cómo era la vida tras las rejas. La correspondencia venía firmada por Robert John Bardo.
Es en el año de 1989 que Rebecca Schaeffer logra uno de sus roles más importantes, junto a Jacqueline Bisset, en la comedia negra “Scenes from the Class Struggle in Beverly Hills”. El film fue dirigido y protagonizado por Paul Bartel. Durante una de las escenas, Rebecca aparece en la cama con otro personaje masculino. Aquello hizo estallar de ira y celos a quien sería su asesino más tarde. Con solo diecinueve años, Robert John Bardo decide viajar desde Tucson hacia Los Ángeles una vez más, armado con un revólver marca Ruger calibre .357 de seis disparos, que consiguió gracias a la ayuda de su hermano. Al llegar a destino, contrata los servicios de un investigador privado que, a cambio de algo de dinero, le entrega la dirección exacta del hogar de la actriz. Doscientos cincuenta dólares…, fue el valor de la vida de Rebecca. Aquí es donde entra en escena “El Padrino 3” y el tan deseado rol de Mary Corleone.
El guion del film debía de ser entregado en el edificio de estilo Tudor de dos plantas, ubicado en el barrio de Fairfax, donde vivía Schaeffer. El dieciocho de julio de 1989, temprano por la mañana, Rebecca aguardaba la entrega del mismo. Cuando tocaron al llamador de su piso, descendió la escalera (creyendo que se trataba de un empleado del estudio), para abrir la puerta de calle. Lo que encontró allí, de pie sosteniendo una fotografía autografiada por ella, resultó muy diferente a lo esperado. El resto fue historia de Hollywood. Y solo requirió de un proyectil, directo al corazón, para acabar con la actriz más prometedora de la década del ochenta.
Robert John Bardo fue arrestado al día siguiente, mientras deambulaba incoherente, entre el tráfico de una carretera. No tardó en confesar el crimen, en un interrogatorio grabado en video, que es suficiente como para poner los pelos de punta a cualquiera. La palabra “demente” debería de ir acompañada de una fotografía suya en el diccionario. Por fortuna fue condenado a prisión perpetua sin posibilidad de libertad condicional. La fiscal a cargo de encerrarle fue Marcia Clark, la misma, que iría tras O. J. Simpson, solo unos años más tarde. Pero la historia de Rebecca Schaeffer no acaba en 1989.
El veinticinco de marzo del año 1990 se estrena el film “Pretty Woman”, recaudando más de cuatrocientos millones de dólares a nivel mundial, y catapultando a la fama instantánea, a una casi desconocida Julia Roberts. Su papel en la cinta dirigida por Garry Marshall, como la prostituta que enamora a Richard Gere, le llegó cuando la productora Touchstone Pictures debió de buscar una alternativa, para suplir a la actriz que tenían en mente desde un comienzo. Una talentosa joven, de veintiún años de edad, que acababa de ser asesinada de un disparo, por un loco de manual, en la puerta de su hogar.
En 2002, Brad Silberling escribió y dirigió el film “Moonlight Mile”, drama que gira sobre la pérdida inesperada del ser amado. Fue protagonizado por Dustin Hoffman, Susan Sarandon y Jake GyllenHaal. Para ello, se valió de su propia experiencia pasada, al perder a la mujer que amaba, y con la que compartía su vida: Rebecca Schaeffer.
Poster japonés de "Moonlight Mile" (2002).
En el año 2014, en la soledad de una celda de prisión, Robert John Bardo tomó una hoja de papel en blanco y un bolígrafo de tinta negra. Con el paso de las horas, en lo que no hace más que ejemplificar lo profundo de la locura humana, se dio a la tarea de dibujar un retrato en primer plano muy detallado. Sería justo decir... que algunas cosas nunca cambian.
Plasmado veinticinco años después... sobran las palabras.
A medida que las décadas pasan, Rebecca Schaeffer se vuelve más y más lejana. Lo que ella pudo haber sido para la Meca del Cine, de tener la oportunidad de vivir, es algo que quedará como eterna incógnita. Lo único tangible es el celuloide de recuerdos en el que dejó marcada su presencia. Los papeles pasados, que la hicieron tan famosa, palidecen en comparación a los que debió de haber interpretado a futuro. ¿Es probable imaginar a Michael Corleone con una hija diferente a la interpretada por Sofia Coppola? Teniendo en cuenta el talento innegable de Rebecca Schaeffer, todo se vuelve posible en un simple abrir y cerrar de ojos.
Fuentes Consultables:
No jodas, no sabia que Schaeffer era la actriz destinada a ser la "hija Corleone". Lo que hubiera sido, todo por un loco asesino. Gracias por volver a publicar :)
ResponderEliminarGracias, como siempre, por tus aportes y comentarios.
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