Existen
muchas formas en las que los humanos demuestran su amor. Algunas de
ellas dependen del grado de riquezas de los protagonistas de dichos
amoríos. Y abarcan desde cartas a
tentadoras cajas de chocolates (siendo las
más comunes), hasta cenas elegantes o viajes hacia algún lugar
soleado. Pero entonces llega un tranquilo y despreocupado muchacho
italiano, llamado Rodolfo
Guglielmi, que decidió de un momento a otro crear un lugar de
ensueño donde cultivar su amor por una chica de nombre Winifred
Kimball Shaughnessy. Claro
que esto no parece nada del otro mundo. No hasta que investigamos un
poco sobre la fatídica pareja, y comprendemos la magnitud real de
sus figuras, además del hedonista entorno en el que vivían. Es que
Hollywood no es el lugar más adecuado para que el amor florezca en
plenitud. Mucho menos entre un tornado y un volcán desbordantes de
talento y de belleza llamados Rudolph Valentino y Natacha Rambova.
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Falcon Lair en todo su esplendor. |
Ambos
se conocieron en los
sets de
filmación, alrededor
del año 1921,
durante
el vertiginoso ascenso del actor de cine mudo más famoso de la
historia. La muchacha de sus sueños, una desconocida diseñadora de
vestuarios y de escenarios era por cierto amiga de Alla Nazimova. El
romance fue inmediato, llevando a ambos a compartir un bungalow
en secreto, para evitar llamar demasiado la atención de los medios.
Y
llegó el cliché
absoluto de los ardientes romances: el
matrimonio casi súbito en México en el año 1922. Sin embargo,
existía un solo problema al respecto. Era un mero detalle que
parecía haber escapado a la atención de los enamorados. Y que
ocasionó a Valentino el ser arrestado bajo el cargo de bigamia.
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Rambova & Valentino: elegancia. |
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Jean Acker, la primera esposa de Valentino. |
La
actriz Jean Acker, también cercana a la inigualable Alla Nazimova,
aún permanecía como su esposa legal a pesar de que el matrimonio
(realizado en 1919) nunca había sido consumado. En parte al ser
Acker una abierta lesbiana, que un intento por
escapar de los rumores, había encontrado en Rudy al esposo perfecto.
Valentino debió de ser liberado bajo fianza por sus amigos,
viéndose
obligado a esperar hasta marzo
del
año 1923, para al fin contraer nupcias con Rambova. Y aquí entra en
escena Falcon Lair, porque
el final es el comienzo…, y también es el final.
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El estilo colonial de la propiedad con sus balcones. |
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Otra imagen del lugar que Valentino tanto amaba. |
Rudy
compraría cuatro acres de terreno en la zona de Beverly Hills en
1925. Allí se dispuso a construir su refugio personal y, muy a su
pesar, el hogar que compartiría con Natacha. Se tomó tiempo para
decorar la
mansión de estilo colonial con
antigüedades e incontables recuerdos de su carrera fílmica. La
hermosa edificación contaba con garaje para varios automóviles
y hasta con un establo con los caballos del actor. Tenía además
una
bonita
torre con vistas a
la ciudad. El film
“The Hooded Falcon” de 1924 (co-escrito
por Rambova) dio
nombre a la amplia y costosa propiedad. Pero fue entonces que la
tormenta de sus vidas barrió con todo lo bueno.
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Valentino & Rambova. |
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Rudolph posando en "The Young Rajah" del año 1922. Escenario y vestuario creados por Rambova. |
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La creatividad de Natacha para vestir a su esposo en escena. |
A
través de
su matrimonio existieron varios momentos de tensión que afectaron
(más que nada) a la carrera del actor. Y es que la influencia de
Rambova en la toma de decisiones durante
los rodajes llevaron a los estudios a agregar cláusulas en las que
se prohibía el ingreso de la señora de
Valentino
a
los sets de filmación. En gran parte tras fallos como ciertos
diseños de vestuario, utilizados por Rudy bajo la visión de su
esposa, y que causaron rechazo en el público asistente a sus
películas.
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Diseños de Rambova por el año 1922. |
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Alla Nazimova junto a Valentino en escena de "Camille" film de 1921. Ropas y diseño de escenario por Rambova. |
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La irrepetible Nazimova posando en el mundo de telas y estructuras creado por la "Señora Valentino". |
Valentino
y Rambova eran
similares pero diferentes. Ambos
compartían interés en el ocultismo y en la poesía; llegando el
actor a escribir un libro dedicado a ella. Sin embargo, era en lo
referente al corazón donde sus destinos parecían impactar de
frente:
Él
quería hijos y ella no.
Él
quería una tranquila vida de hogar y ella no.
Se
divorciaron en el año de 1925, justo cuando los elegantes toques
finales de la propiedad eran llevados a cabo, como una especie de
hiriente broma. Rambova jamás llegó a pisar el interior de Falcon
Lair. Y Valentino debió de habitarlo en completa soledad.
Un
año más tarde, Rudolph Valentino, uno de los Dioses
absolutos del cine, moría a causa de una infección dentro de un
quirófano de la ciudad de New York; donde se encontraba
promocionando su film más reciente.
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Rudolph Valentino |
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Natacha Rambova |
En
1926, tras la muerte de Rudy, Falcon Lair debió de ser vendida para
cubrir las deudas que acumulaba el actor. Durante los años
cincuentas la propiedad fue adquirida por la acaudalada Doris Duke. Y
permanecería como su hogar hasta fines de los noventas. Al fin, en
el año 2006, la estructura principal sería demolida, sobreviviendo
a la funesta remodelación solo el garaje y la gran puerta exterior.
Ese fue el fin del nido de amor de Valentino.
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Rudy, contemplando el horizonte, desde uno de los balcones de Falcon Lair. |
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Los esposos posando ante los medios. Dicen... que el semblante en ocasiones refleja el interior del alma. |
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Tomados de la mano durante tiempos felices. |
Rodolfo
Guglielmi deseaba
una sencilla vida de felicidad, dentro de un seno familiar, lejos
también de los reflectores que lo hicieron tan famoso. Por
su lado, Winifred
Kimball Shaughnessy anhelaba una carrera exitosa y aclamada bajo su
refinado álter
ego
de Natacha Rambova. A
pesar de ser en efecto una mujer talentosa y, de seguro, adelantada a
su época; jamás logró comprender que sin Valentino no existía en
realidad Rambova. Y
que el más famoso amante del celuloide, dueño de los suspiros de
miles de mujeres, solo la quería a ella. De haberlo notado
es
probable que sus vidas juntos fueran muy diferentes. Tal vez entonces
Falcon Lair no se habría convertido en el mausoleo de soledad que
fue en realidad.
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Natacha & Rudolph. |
Fuentes Consultables:
Muy gustosa de hallar este blog, delicia leer Hollywood gracias
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