Historias de Hollywood: Wally Reid “El primer River Phoenix”
Si de promesas incumplidas y sueños
rotos se trata, la ciudad de Los Ángeles tiene mucho que compartir
al respecto. Durante sus años de existencia ha visto ir y venir
cientos o miles de historias similares. La desafortunada muerte de
River a causa de una sobredosis de drogas a metros de la entrada del
club Viper Room (propiedad de Johnny Depp), en octubre del año
1993, dejó a todos boquiabiertos. Y es que la pérdida de tanto
potencial y talento suele verse como una doble tragedia. Es más que
seguro decir que aquellos que lloraron a Phoenix no tenían idea de
que muchos años antes la misma desgracia azotó a una versión algo
más joven e inocente de Hollywood. Y fue una bofetada de dura
realidad, cortesía de alguien llamado Wallace Reid.
Nacido
en el año 1891, hijo de un matrimonio de actores, comenzó a
trabajar en teatros desde pequeño. Wally también fue un atleta
destacado y un músico talentoso. Podía tocar con destreza
instrumentos como banjo y piano. Alentado por su familia, ingresa al
mundo del cine en el año 1910 en los sets de filmación de la ciudad
de Chicago. Y a pesar de su deseo de permanecer detrás de cámara,
fue su atractivo físico lo que le llevó a convertirse en un
flamante actor con casi doscientos créditos, muchos de ellos como
protagonista principal.
"The Ghost Breaker" film del año 1922. |
Pronto
se dirige a Hollywood, donde sus papeles lo convierten en una joven
promesa del cine americano. En el año 1913 conoce a Dorothy
Davenport (actriz y guionista), que se convertiría en su esposa
hasta el fin de sus días. Ambos contraen matrimonio en octubre de
ese mismo año. Aunque algunos años más tarde, Dorothy viviría de
forma algo sospechosa del recuerdo de su famoso esposo.
La
carrera de Reid florece en parte gracias a una serie de rodajes
de carreras que emocionaban al público y llenaban de paso las salas
de proyección. Películas como “The Roaring Road” de 1919 y
“Double Speed” de 1920 lo volvieron el héroe intrépido que se
robó el corazón de las mujeres a lo largo del país. Sin embargo,
siendo el apasionado del cine que era, se las ingenió de todas
formas para dirigir cerca de sesenta y nueve películas. Escribiendo
también los guiones de otras veintiséis.
Wally
formó parte de joyas del cine del canon de “Intolerance” y “The
Birth of a Nation”, ambas dirigidas por quien es considerado el
padre del cine actual: D. W. Griffith.
Pero
el Sol pronto dejaría de brillar sobre Wallace Reid. Con el arribo
de la fama y su entrada al Olimpo de Hollywood, llegó también el
alcohol y el dinero malgastado en fiestas. En el año 1919 sufre una
herida en la parte baja de la espalda. Y para poder soportar el tramo
final del rodaje de “The Valley of the Giants”, inicia con el
consumo de morfina. De allí en más, asentándose como un actor
imprescindible, es que incrementa su carga de trabajo. Lo hace a la
par de su consumo de morfina y otras sustancias. Para el año 1922
comienza una seguidilla de confinamientos en sanatorios con la
intención de tratar su organismo mellado por los abusos. Más que
nada, por fuerza de Hollywood, para ocultar el problema en el que se
había convertido una de sus más grandes estrellas.
Algunas
decisiones no pueden retractarse. En otras palabras: el daño ya
estaba hecho. Wally Reid murió escondido en una habitación de
sanatorio, con poco más de treinta años, en enero de 1923. La
enorme legión de fans que había cosechado durante sus años
de brillo quedó atónita ante la noticia. Es entonces que entra en
escena su dolida esposa, Dorothy Davenport. De inmediato inicia una
muy publicitada cruzada contra las drogas, llegando al extremo de
protagonizar el film “Human Wreckage” ese mismo año. Y
agregando a su agenda presentaciones en vivo por diferentes ciudades
del país. Todo esto (y las películas que siguieron) bajo el nombre
de “La Señora Wallace Reid”.
Wally
Reid fue sin atisbo de duda uno de los pilares fundacionales sobre
los que descansa ahora la historia del cine americano. Su rápido
ascenso y su talento innato para atraer a las personas hacia las
salas de cine no es lo único que comparte con River Phoenix. Ambos
fueron el rostro de una generación. Ambos desplegaron sus alas para
elevarse con gracia sobre todos los demás. Y también se quemaron de
forma trágica al acercarse demasiado al Sol. El temblor que causaron
al impactar con el suelo aún puede percibirse en los rincones de la
ciudad de Los Ángeles.
Wallace Reid y su perro retratados por la prensa. |
Fuentes Consultables:
K buen blog, no se supera never las proyecciones de la época de oro. Si deleitas emocion d deidades del cine le recomiendo cortos, Chaplin obtuvo portendad kon gags y respeto kon largometrajes sociales
ResponderEliminarSi la información le faltara mándeme un correo: messisuperaldiego@gmail.com para intercambiar notas
EliminarY de comediantes anteriores al cine con voces se puede escribir con ambivalente criterio de la sociedad primitiva del estado americano si comparamos con europa. Estrellas suspiran en cada año principesco, sospecho k allí las drogas sí abundaban y el deceso era inexorable para la fama desmedida
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